domingo, 19 de julio de 2009

Lo esencial


Un viejo árabe, de apariencia miserable, caminaba mendigando por las calles de una ciudad.
Nadie le prestaba la más mínima atención. Un paseante le dijo con verdadero desprecio:

- Pero ¿que haces aquí? Ya ves que nadie repara en ti.

El hombre pobre miró tranquilo al paseante y le contestó:

- ¿Y a mí qué?. Yo sí reparo en mí y eso me basta. Lo contrario sí que sería horrible: que todos
repararan en mí y que yo me ignorase.

(Mary Carmen Ramirez)

2 comentarios:

Inocencia María dijo...

Sabio relato, lo bueno si es breve dos veces bueno. Me alegra leerte tan alegre y con ánimos, un beso para ti y para tu bailongo.
AFRICA04

Anónimo dijo...

¡Que lecciòn de vida para el soberbio!, un gustazo leerte.....

Mis cordiales saludos

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