jueves, 30 de julio de 2009

Aprender a aprender



Después de un tiempo,uno aprende
la sutil diferencia
entre sostener una mano o
encadenar un alma,
y uno aprende que el amor
no significa seguridad.

Y uno empieza a aprender que los besos
no son contratos,
y los regalos no son promesas,
y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Uno aprende a construir
todo su camino en el hoy
porque el terreno de mañana
es demasiado inseguro para planes,
y los futuros
siempre pueden caerse a la mitad.

Así que uno planta su propio jardín,
y decora su propia alma
en lugar de esperar a que
alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente
puede aguantar,
que realmente vale,
es verdaderamente fuerte,
y uno aprende y aprende....
Y con cada adiós ... uno aprende

(Mari Carmen Ramirez)

lunes, 20 de julio de 2009

Nota informativa.

En la página destinada a información para familiares acabamos de publicar una entrada, sobre alcoholismo. Podeis pinchar en el apartado que os direcciona hasta ella, a vuestra derecha o pinchar aquí.

domingo, 19 de julio de 2009

Lo esencial


Un viejo árabe, de apariencia miserable, caminaba mendigando por las calles de una ciudad.
Nadie le prestaba la más mínima atención. Un paseante le dijo con verdadero desprecio:

- Pero ¿que haces aquí? Ya ves que nadie repara en ti.

El hombre pobre miró tranquilo al paseante y le contestó:

- ¿Y a mí qué?. Yo sí reparo en mí y eso me basta. Lo contrario sí que sería horrible: que todos
repararan en mí y que yo me ignorase.

(Mary Carmen Ramirez)

miércoles, 1 de julio de 2009

Felicidad


No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices.
(Stevenson, Robert Louis)

La falta de las cosas que el hombre desea es un elemento indispensable de la felicidad.
(Russell, Bertrand)

Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una.
(Voltaire, François Marie Arouet)

La felicidad no es un ideal de la razón, sino de la imaginación.
(Kant, Inmanuel)

Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias.
(Locke, John)